Pasos saludables: Ejercicio y diabetes

La diabetes es una enfermedad que sufren muchas personas. Un tipo es la conocida como diabetes tipo 2 que normalmente tiene lugar en personas obesas con un bajo grado de actividad física.

 En contra de lo que muchos pensaban, recientes estudios llevados a cabo por la Asociación Americana del Corazón han demostrado que el ejercicio físico es el mejor aliado para mitigar los efectos de esta enfermedad.
Si no se tiene diabetes, el ejercicio ayuda a prevenirla o aplazarla, pero si la hay, ejercitarte es como tomarse una pastilla para bajar la glucosa de la sangre. ¿Por qué hacer ejercicio si tiene diabetes? La respuesta es simple: porque al hacerlo, se usa la glucosa de la sangre como combustible.

Cuando se realiza ejercicio, pasa lo mismo que con un automóvil. Al prender el motor, se necesita combustible para que se mueva y cuando el cuerpo realiza alguna actividad física, sus células usan glucosa de la sangre, que es su principal combustible. De esta manera, la glucosa disminuye. Este también ayuda a que las células utilicen mejor la insulina que produce el páncreas. Este normalmente segrega la insulina y esta se pega a ciertos receptores en las células, que son como los porteros que permiten la entrada de la glucosa para que sea convertida en energía o sea almacenada. El ejercicio ayuda a que esos receptores trabajen adecuadamente y permitan la entrada correcta de la glucosa al interior de las células.
Dentro de esta patología encontramos que se puede dar por la mala alimentación y sus hábitos, aumento de grasas, sedentarismo y a nivel hereditario.

Existen casos en los que el sistema circulatorio y el corazón no se encuentran en perfectas condiciones. Este tipo de personas deberán llevar una rutina de entrenamiento más suave para que vayan poco a poco aclimatándose a la actividad física sin poner en riesgo su salud. Por este motivo es recomendable que si se padece este tipo de diabetes y queremos ponernos manos a la obra es aconsejable que acudamos a un médico que nos defina el grado de esfuerzo que podemos realizar en los entrenamientos dependiendo de nuestra condición física.

Cualquier práctica deportiva debe efectuarse de forma regular y controlada, así se puede mantener un buen estado físico y psíquico. Al mismo tiempo se consigue un mejor control de la glucemia y una mejor calidad de vida. El ejercicio será un acto agradable y una práctica segura para la persona con diabetes, si se adoptan medidas correspondientes y una actividad física bien dirigida y personalizada frente a cada caso.