Hace tiempo que IBM dedica enormes cantidades de dinero y recursos humanos para investigar lo que llaman “computación cognitiva”. En
realidad, se trata de una idea que seguramente rondó la cabeza de cada
investigador ligado a la informática desde la época de los ordenadores
MARK: diseñar y construir un ordenador que sea capaz de aprender por las
suyas, optimizando sus procesos a lo largo del tiempo. El último avance
logrado por la empresa en este campo fue Watson, el superordenador que
fue capaz de ganar el concurso televisivo Jeopardy! respondiendo
correctamente a preguntas formuladas en lenguaje natural sin conocerlas
previamente. En otras palabras, la máquina fue capaz de analizar cada
pregunta y proporcionar una respuesta después de evaluar el contenido de
su base de conocimiento.
Pero desde hace un par de meses, los ingenieros de IBM cuentan con un nuevo “chip cognitivo”, desarrollado junto a DARPA, que consta de 256 nodos neuronales.
El chip, construido con tecnología de 45 nanómetros, es capaz de
procesar información no estructurada y de reaccionar en función del
contexto en el que se encuentra, más o menos lo mismo que hace el cerebro humano. Dharmendra
Modha, investigador de IBM, explica que “estos chips poseen dos
núcleos. El primero de ellos enlaza con 262.144 módulos de memoria,
mientras que el segundo núcleo contiene 65.536 sinapsis dedicadas al
aprendizaje”.
«Como una persona»
Con
esta herramienta a mano, y con el flujo de dinero que garantiza DARPA
más el disponible en las propias arcas de IBM, la empresa se ha fijado
como objetivo construir un superordenador que sea capaz de “emular” el
funcionamiento de un cerebro humano. Se trata de un proyecto mucho más
ambicioso que Watson, y según ha trascendido sería capaz de simular 100.000 millones de neuronas.
Idealmente debería tener un consumo energético no mayor al de Watson
(que requiere de 85kW para funcionar) y si todo avanza según la hoja de
ruta de la empresa debería estar listo en 2022.
Los
expertos de IBM aseguran que un grupo tan grande de neuronas
artificiales debería ser capaz de evaluar datos y actuar en base a ellos
“de la misma manera que lo hace una persona”. Obviamente, este remedo
electrónico de la mente humana no será tan eficiente como la vida en
cuanto al consumo de energía: nuestro cerebro es capaz de hacer su magia con solo 20 vatios, mientras que los ingenieros de la Big Blue
declaran sentirse felices si logran hacer algo que consuma “solamente”
4.200 veces más. Pero aún así, de conseguirlo sería un logro
impresionante.
Mientras que diseñan este ordenador la empresa prepara Sequoia, que será el superordenador más potente del mundo gracias
a sus 20 petaflops de potencia. Ha trascendido que estará listo en
algún momento del año próximo y -según John Kelly, el vicepresidente de
IBM- será al menos dos veces más potente que el K supercomputer japones.
Será instalado en el Lawrence Livermore National Laboratory y utilizado para realizar simulaciones relacionadas con el clima.
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