Los camellos son empleados normalmente como animales de carga, no sólo por las condiciones de sequía y calor extremo a los que están sometidos, sino por su joroba la cual parece adaptarse fácilmente para el cargamento de objetos.
Sin embargo la carga en sus jorobas no es su propósito natural, sino el de la supervivencia.
Los camellos son mamíferos herbívoros y son capaces de beber hasta 120 litros de agua en una sola toma. Cuando tienen oportunidad se alimentan lo suficiente para acumular la grasa que forma la joroba; ésta joroba que no es otra cosa que grasa acumulada que les ayuda a mantenerse vivos sin alimentos durante varios días, pues la usan como reserva de energía cuando escasean los alimentos. Es por eso que cuando han gastado sus reservas de grasa, la joroba se inclina hacia un costado, y una vez que se alimentan de nuevo la joroba se vuelve firme de nuevo.
También pueden estar mucho tiempo sin beber agua gracias a un metabolismo único que poseen que les permite acumular agua en la sangre, esta característica también les permite regular la temperatura corporal ya que están sujetos a vivir bajo altas temperaturas.
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